viernes, 6 de marzo de 2009

PÁJAROS EN LA CABEZA

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porque no somos superhéroes


Mi padre me mira desde el otro lado de la mesa, no deja de gritar frases que yo no puedo entender. Mi madre calla mientras me deja el plato de sopa delante de mí, ella ya ha dejado de creer en aquellas palabras que un día le conté. Yo no puedo apartar los ojos de la ventana, las nubes pasan formando dibujos en el cielo azul. Da igual lo que me digan, lo que piensen, solo soy capaz de entender que el cielo me recuerda a un infinito mar sin olas que con mi mente soy capaz de surcar.

Mi padre se levanta enfadado y me dice que tengo la cabeza llena de pájaros… tiene razón, tengo la cabeza llena de pájaros que baten sus alas dentro de mí, siento el golpear de sus picos y sus cantos infinitos que no dejan de sonar y sonar. Quiero ser como uno de esos pájaros que vuelan en mi cabeza, pero no tengo unas alas que me puedan llevar lejos, muy lejos de aquí. Trato de no llorar y procuro mentir sobre un cielo azul que acaricia un mar que nunca veré.

NO es fácil vivir mientras sientes que tu cabeza esta llena de sueños y pájaros que tratan de buscar un espacio donde poder volar. Siento sin embargo como las alas golpean en mi mente tratando encontrar una libertad que no les podré dar. Mientras tanto trato de parecer normal, intento esconder ese ruido eterno que nace dentro de mi y procuro siempre que puedo poder mirar hacia el cielo para ver bandadas de pájaros volar hacia otras tierras, hacia otros cielos.

Sentado en mi trabajo veo como alguien no deja de gritar frases que yo no puedo entender, siento las miradas de otros compañeros fijas en mí. Yo solo miro a través de una ventana como las nubes dibujan sobre el cielo formas que me hacen reír. Aunque lo intenten disimular ellos y yo estamos bajo el mismo cielo, aquel que surcan bandadas de pájaros que nadie podrá detener.

Algún día mis pájaros se irán volando muy lejos de mí, ya no sentiré sus aleteos nerviosos surcar mi mente, ese día yo extenderé mis alas y volaré junto a ellos, quizás ya no regrese nunca más. Si ese día llega piensa en mí como yo pienso en ti, porque los dos estamos bajo el mismo cielo, porque los dos sentimos como los pájaros nos dicen que no estamos solos y porque los sueños como la vida nunca mueren del todo.