miércoles, 14 de noviembre de 2012

SIEMPRE TE ENCONTRÉ

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Siempre son las 8,45. Dejo a mi madre delante de mi casa. Levanta el brazo y me dice adiós. Yo corro hacia el autobús. No me gustan los espacios abiertos. Me dan miedo y tengo ganas de gritar.

Siempre me siento en el mismo sitio. Me gusta mirar por la ventana. Me gusta imaginar que el mundo se mueve deprisa y que yo estoy quieto en mi sillón. Me gusta imaginar que las cosas pasan deprisa delante de mis ojos y que yo no cambio. No me gustan las cosas que cambian. Me dan ganas de gritar.

Miro los coches pasar. Leo las matrículas y sumo los números 8426 DGS = 20. No me gustán las palabras, con los números me siento mejor. Es un mundo más perfecto. No entiendo las palabras. Significan cosas que yo no puedo entender. La gente habla y no consigo comprender lo que dicen. Un número no engaña, no miente, no cambia.

4589 ACH = 26

Miro la carretera. Me gusta creer que es un rio que une mi casa y el colegio. Los únicos sitios donde me encuentro bien. Los únicos sitios donde la gente no pregunta. Los únicos sitios donde la gente no me mira mal. Allí me aceptan tal como soy. Nadie tiene que explicar nada. No me gusta la gente extraña´.

1263 GSP=12

A mi lado siempre se sienta la misma joven de cada día. No sé su nombre. Nunca me lo ha dicho. Ella tampoco habla. Nunca ha hablado. Mira el techo azul del autobús y calla. Me cae bien. Ella como yo no necesitamos hablar. Ella como yo nunca hemos hablado. Yo miro la carretera y sé que no estoy solo. La siento respirar. Pasa un coche…

2573 BGT =17

No sé su nombre, pero que me importa. Solo necesito saber que está a mi lado.

Siempre son las 8,45. Me subo al autobús. Hoy es un día diferente. No me gustan los cambios. Hoy ella no vendrá. Mi madre me ha avisado. No vendrá nunca más. Tengo ganas de gritar. Hoy ya no la tengo a mi lado. No la siento respirar. Nunca he hablado con ella, nunca hablaré con ella. Pero ahora sé que me hubiera gustado decirle mi nombre. Me hubiera gustado acariciarle la mano . Me hubiera gustado decirle que las cosas pasan por nuestro lado y que nosotros nos quedamos. Que los coches tienen números. Que los números no engañan .

Pero yo no hablo, nunca he hablado, nunca hablaré. Miro por la ventana.
5191 DHJ =16

4 comentarios:

amelia dijo...

YUPI!!, soy la primera en comentar, jajajaj, te vi de casualidad, hoy no iba a entra por los blogs.
Me ha encantado, aunque nunca se me han dado bien los números, entiendo que ellos no cambian, ni mienten, ni engañan,
bonita historia, de las que a mi me gustan, el final estupendo, porque a pesar de encerrarnos en nosotros mismos, y ser diferente al resto o no sentirno igual que lo demás, siempre la palabra amor nos rozá con sus alas, aunque no nos gusten las palabras y si los números,
un saludo, nos vemos.
PD: se nota que te funciona bien el aire acondicionado.

Núria dijo...

M'ha agradat. M'emociona l'història, m'imagino la persona, les persones, el silènci, les ganes de no parlar, las ganas d'haver parlat...molt tendre, molt maca.

mia dijo...

sí, jo tb ho imagino...
imagino també que algú altre ocuparà aquest seient buit, perquè al final les coses queden, nosaltres, no...

Kari dijo...

Que sentimiento más extraño al leerlo... yo tb leo y sumo las matrículas de los coches. Lo hice una y mil veces yendo al colegio. Ha sido increíble sentir que era yo quien iba allí dentro, junto a la misma persona conocida y desconocida cada día.