Entre tu y yo un café. Entre tu mirada y
la mía un universo. Porque no hay nada que decir. Porque las
palabras mueren en el roce de la piel. Porque solo queda un
sentimiento de derrota. Un vacío que nada puede llenar. De nada
sirve esperar. La vida es un río que nos llevará hacia algún
lugar. Porque nada es eterno, porque nada es verdad. Solo quedan los
recuerdos que un día morirán. Y otros nuevos vendrán para
ayudarnos a seguir existiendo. Y no habrán más reproches, sólo un
deseo de escapar. Porque sólo hay esto. Tu mirada y la mía. Ahora
todo lo demás no importa. Y ese sentimiento de tristeza que provoca
el respirar el aire de tu boca. Y la sombra que se escapa de tu
sonrisa. Y mi deseo de creer que los sueños se cumplen. Y un café
frío encima de la mesa. Y aquellos pensamientos que nadie puede
entender. De nada sirve engañarse. Morimos en cada paso que damos
para poder seguir existiendo. Yo en ti, tú sin mí.
Entre tú y yo un café. Entre tu mirada
y la mía un universo. Sólo hay silencio. Y la piel que nos separa a
lunas de distancia. Porque ambos buscamos un lugar que nunca podremos
encontrar. Porque nos sobran las palabras, porque con tus ojos me
basta. Porque todo es mentira, porque nada es verdad. Sólo el miedo a
seguir viviendo.